La relación entre ética y desarrollo resulta en nuestros días de una importancia fundamental. Ello, tanto a nivel teórico cuanto a nivel de las prácticas concretas de gerencia social y gestión del desarrollo. En la perspectiva del desarrollo entendido como desarrollo humano, Amartya Sen, Premio Nobel de Economía del año 1998, considera que la formación de valores y el surgimiento y evolución de la ética social son también parte esencial del proceso de desarrollo, junto con el desempeño de los mercados y otras instituciones.
A la base de esta comprensión cualitativa del desarrollo, que permite incorporar la dinámica de valores y normas, se encuentra una renovada concepción del mismo: el desarrollo se define como un proceso que aumenta la libertad efectiva de quienes se benefician de él para realizar cualquier actividad a la que atribuyen valor. El enfoque que subyace a esta definición, que se conoce como el enfoque de las capacidades, se centra en la capacidad de la persona humana de realizar las actividades valiosas que configuran sus vidas. Junto a la satisfacción de necesidades básicas y derechos, el desarrollo puede ser visto como el proceso de expandir las reales libertades y capacidades básicas de los seres humanos.
El curso buscará abordar esta relación de manera crítica, poniendo énfasis en los diferentes paradigmas éticos que se han formulado históricamente, y en el complejo vínculo que existe entre éstos y las concepciones y prácticas de gestión social de programas de desarrollo en nuestro país. Se discutirán también los problemas que enfrentamos los peruanos para configurarnos como una comunidad ética en la que principios y valores como justicia y solidaridad con los más necesitados y excluidos tienen que estar a la base de los proyectos de desarrollo.