El desarrollo concebido como desarrollo humano desde el enfoque de capacidades enfatiza la libertad y creatividad de los seres humanos en la construcción de su devenir histórico. La cultura, entendida como proceso y como modo compartido de relacionarse con el mundo y de transformarlo, se convierte en ese sentido en un aspecto crucial del desarrollo y debe ser estudiada como tal. En sentido contrario, sin embargo, la cultura puede aparecer también como un freno a la libertad de los individuos e incluso ser invocada, en tanto “tradición”, como un instrumento de la construcción de identidades cerradas propiciadoras de violencia. El curso buscará presentar la complejidad de esta tensión entre cultura y desarrollo, recurriendo a la literatura y los debates en torno al multiculturalismo y la interculturalidad así como al estudio de casos concretos que den una base empírica a la discusión. Discutirá así de qué manera, desde el enfoque del desarrollo humano y de las capacidades, el estudio de los procesos culturales puede contribuir a incidir en una mejor práctica en los proyectos del desarrollo.