10 de abril de 2018
Tuvimos la oportunidad de conversar con el Dr. Gerald B. Hammond, quien obtuvo el título de Ph.D. en la Universidad de Birmingham, Inglaterra. El doctor Hammond es un investigador peruano de gran trayectoria, que ganó la Cátedra Tola Pasquel 2017 y en ese marco se encuentra en nuestra universidad, realizando diversas actividades en la Maestría en Química.
Me gradué de bachiller en química en la Universidad Católica pero he hecho mi carrera académica en los Estados Unidos de Norteamérica y he tenido la suerte de vivir una experiencia primer-mundista más allá de los Estados Unidos desde Japón hasta Alemania y pasando por Mexico y Brasil. Actualmente trabajo en la Universidad de Louisville, en el estado de Kentucky. A estas alturas me interesa poder contribuir a la ciencia en el Perú todo lo que he aprendido desde que me inicié como profesor en los Estados Unidos. No solamente como académico sino como inmigrante tercermundista que ha logrado cierto reconocimiento a nivel mundial, y beneficiar al Perú trayendo algo de lo que aprendí en el camino. Estoy organizando unos coloquios de Química llamados Eolípila, en colaboración con la Profesora Patricia Morales Bueno, quién de hecho es la autora intelectual del título que le hemos puesto a estos coloquios. Eolípila es un instrumento inventado por un filósofo griego para generar energía térmica. Al ponerse en acción la energía se multiplica in crescendo. El primero coloquio ocurrió a fines de marzo, con un panel internacional en el que se discutió el tema “Te graduaste… y ahora qué? Te contrataron… y ahora que?”. Esto es algo que muchos nos preguntamos, así también como la inquietud de cómo hacer para ser exitoso en una carrera como lo es la química, que tiene la reputación de ser sólo para chancones, una carrera que no es “sexy” y que no te va a dar gloria ni fama.
¿La realidad americana y europea es muy diferente?
No, no es muy diferente. Pero hay más gente y hay más avance y campo. Allá se hacen las cosas que acá consumimos, es una manera un poco dura de decir las cosas. Acá utilizamos lo que otros desarrollan para nuestro beneficio. La labor de un científico es inventar, descubrir, avanzar y a esto muchas veces no le damos la importancia debida en un país que tiene otros problemas mucho más serios. Pero eso no significa que no haya necesidad de aprender o valorar la investigación propiamente dicha. Porque investigar es crear conocimiento, es cambiar la manera de pensar, es lanzarse a un mundo desconocido. La experiencia de investigar y de hacer ciencia tiene un efecto multiplicador, como un huayco; es contagiante.
¿Cómo comenzó tu vida académica?
Fue totalmente ecléctica. Yo salí del Perú cuando terminé mi licenciatura de Química de la PUCP, con la excusa de hacer un posgrado, pero lo que en verdad buscaba era salir del país y explorar otros entornos. Estamos hablando de la época de la dictadura de Velasco. Entonces, en ese contexto tan social y políticamente restringido de la realidad nacional, lo que quería era salir a ver el mundo. Así es cómo me terminé yendo a Canadá a hacer una maestría en Química. Luego regresé al Perú a trabajar en una compañía química pensando en ser millonario, esa era mi meta. Pero me di cuenta que eso no me realizaba. Entonces comencé a enseñar cursos en la PUCP, y me di cuenta que el contacto con los jóvenes y el mundo académico me gustaba mucho y me llenaba mucho más. Es así que postulé a una beca en Inglaterra. La beca de un año se extendió de modo que pude terminar el doctorado. De allí pasé a los Estados Unidos donde conseguí hacer un posdoctorado y eso hizo que terminara empapándome en la carrera académica.
¿Cómo ve el avance de la investigación en el Perú?
En algunas áreas ha progresado mucho, sobre todo, en temas relacionados a la Biología y ciencias afines donde el ritmo y la calidad de las publicaciones han mejorado mucho en los últimos 30 años. Fuera de ese rama de la investigación no ha habido un crecimiento exponencial. Uno de los problemas que veo es que las universidades peruanas actualmente publican muy poco y si lo hacen es, más que nada, en revistas de poco peso y no en revistas reconocidas a nivel mundial.
¿Qué le parece que es el mayor aporte de la Química?
El mayor aporte de la Quimica, desde mi perspectiva, esta en la creación, en la construcción, a nivel molecular. Es el ‘dar vida’ a nuestra imaginación, desde producir los componentes para un ‘cuarto inteligente’ hasta contribuir a los elementos de las pantallas de un celular, desde la vestimenta deportiva que usas hasta la pastilla que te cura una infección. La Química te da las herramientas para crear enlaces entre atomos y que pueden dar orígen a nuevos materiales o a fármacos utilisímos. En los últimos 30 años por ejemplo, el mundo de los catalizadores ha avanzado meteoricamente. Tambien, la Química ha tenido mucha influencia en el “nano” mundo.
Cuéntenos de su próxima conferencia
El próximo Eolípila, denominado “La Muralla Verde: Desafios y Oportunidades en la Fitoquímica No Tradicional” está programado para el mes de abril. En este coloquio discutiremos las oportunidades que existen en las plantas que tradicionalmente se han conocido en nuestra cultura milenaria, incluyendo las plantas medicinales. Queremos que estos eventos sirvan de alguna manera para encontrar a los próximos Einsteins y Gates peruanos, para identificar el talento que existe entre nosotros y que muchas veces se desperdicia por falta de oportunidades. Si lo logramos, el Perú va avanzar mucho. Mi labor es plantar la semilla aunque no llegue a ver los frutos.