Día de la Mujer: el largo camino por la Igualdad

“En el Perú todavía no ha sonado, desgraciadamente la hora de la emancipación de la mujer por la ciencia, ahí está la misma señorita Henríquez que a mí se me presentaba por modelo, y para la cual la carrera de abogado ha sido un doloroso vía crucis, teniendo por último que abandonar decepcionada los claustros universitarios” (Práxedes (1893:24) en Muñoz 2018)

Este 08 de marzo esperamos que sea un Día Internacional de la Mujer diferente en nuestro país. Mañana  el juez supremo Omar Toledo Toribio tiene en sus manos el voto dirimente que decidirá la continuidad del enfoque de igualdad de género en el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB), luego de que el Poder Judicial fallara a favor de la medida cautelar interpuesta del colectivo Padres En Acción (PEA). Medida por la cual se han visto afectados más de seis millones de estudiantes (6 044 800 estudiantes de primaria y secundaria) al no poder recibir una educación con enfoque de género en las aulas. Y, en un momento tan crítico por la alta prevalencia de violencia de género hacia las mujeres. El año 2018, 149 mujeres han sido víctimas de feminicidio.

Por tanto, se trata de un 8 de marzo trascendental para nuestra sociedad porque la decisión que tome el Juez Toledo tendrá implicancias directas para contribuir a la erradicación de las brechas e inequidades de género y que las niñas puedan tener las mismas oportunidades que los varones en la elección de las carreras y así ir cumpliendo en el ansiado sueño de las mujeres de materializar la igualdad. Esta, la alcanzaremos recién dentro de más de 200 años, según las estimaciones del Foro Económico Mundial (WMF, por sus siglas en inglés).

La lucha por derechos e igualdad de las mujeres data de hace siglos y por los que muchas entregaron sus vidas, tanto a nivel mundial como nacional. Que esta sea la ocasión para honrar la memoria de mujeres como Micaela Bastidas y María Parado de Bellido que lucharon por la independencia, o mujeres que a finales del siglo XIX lucharon por acceder a espacios públicos y construirse como sujetos políticos, como Trinidad Enríquez, Margarita Práxedes o Clorinda Matto de Turner cuando irrumpieron en “carreras masculinas” derecho y medicina. Y así como lo vienen haciendo, hoy, jóvenes, mujeres y diversos colectivas feministas que desde, las aulas, las artes y las redes sociales le plantan pelea al machismo, obstinado en perpetuar el régimen de subordinación de género.

Por ello requerimos de una educación pública que forme ciudadanas y ciudadanos plenos que sostengan y fortalezcan la convivencia democrática y, con ello, el desarrollo de un país más justo, equitativo, inclusivo, tolerante y libre de violencia contra las mujeres y las niñas.

Así mismo, requerimos de la fuerza y solidaridad de las mujeres que en distintos espacios llevan a cabo su lucha en la cotidianeidad de sus vidas para erradicar estas desigualdades y violencia.  O en palabras de Rita Segato “hay que hacer la política del día a día: retejer el tejido comunitario, derrumbar los muros que encapsulan los espacios domésticos y restaurar la politicidad de lo doméstico propia de la vida comunal” (2016:106).

Fanni Muñoz
Directora de la Maestría en Estudios de Género