La maestría me permitió validar en la práctica que la población pobre y los territorios son heterogéneos. Luego, no basta focalizar geográficamente para determinar bolsones de pobreza y generar políticas nacionales, sino que es necesario focalizar individualmente y por atributos para incluir a los grupos más vulnerables (madres solteras, personas con discapacidad, adultos mayores, etc.); asimismo que las políticas se tienen que diseñar territorialmente. Solo así, se responde efectivamente a las demandas sociales de cada territorio, generando valor a las intervenciones y que sean sostenibles. Los enfoques de género y de desarrollo territorial estudiados y aplicados en los cursos de la maestría me dieron esa visión integral de la promoción del desarrollo cuyo aprendizaje me sirvió en mi labor profesional en A Trabajar Urbano, Juntos, Compañía de Jesús y Swisscontact.

Elegí la Maestría en Gerencia Social porque vi una valiosa oportunidad para fortalecer y consolidar mis competencias profesionales. Hoy en día, tengo nuevos retos y objetivos profesionales y creo que las bases éticas, académicas y técnicas forjadas en la maestría, me permitirán alcanzarlos una vez más. La maestría me ha permitido seguir adelante en un entorno laboral altamente competitivo. He liderado diversos programas y proyectos de desarrollo de importantes organizaciones de cooperación internacional en varios países, así como áreas de responsabilidad social corporativa y de políticas sociales. Considero un honor el formar parte de la plana docente de la maestría, donde tengo la oportunidad de compartir un valioso espacio de interaprendizaje, compartiendo y generando conocimientos y experiencias con muchos profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible.